Hoy, un día cualquiera de un año cualquiera ( no tiene rima reconocida, es un año sin coña ) he decidido frenarme.
Si, amigos,he decidio frenarme en mi carrera de espectadora incondicional del humor. No es un frenazo de estos que te cargas al ciervo y ¡vaya! La has cagado, si no, una realentización prudente.
Y es que, hoy en día, la musa de mis paridas, el Don Juan de las risas provocadas por palabras escatológicas, el sobrino fresco y actual, es ( con toda pena lo digo ) el payaso del Zasca.
No se si lo de la coña de ese supuesto impulso del "Zascatronic" por parte del Tito, es realmente una coña. Si no lo habéis visto, en Terrat Pack, a Berto se le proponía cantar para Chimo Bayo ( ya sabéis, el hombre ese que disimula sus entradas con mucha gomina y su edad con camisetas desagradablemente ajustadas ). Por lo que Berto, con la emoción, soltó algo así como "Zasca Zacarrasca, Zasca Ñisqui Ñasca...", terminando la última "estrofa" con un "Chimo Bayo está en la casa..." sin sentido ( un recurso muy utilizado que aprecio mucho de Berto ), muy gracioso.
Y es que a mi todo esto me hacía gracia, es cierto. La cosa es que yo no sabía que iban a hacer un segundo "Chiki Chiki" de algo así.
Como ya he dicho, no dudo que sea todo una coña, pero es que luego las cosas se confunden. No todo el público espera etiqueta de oro y, a la vista está, que la gente se conforma con poco.
Yo, amante incondicional del pícaro Zasca, no voy a reirme de un Zascatronic forzado. Que joder, ¡Me gusta Bertovisión! ¡Me gusta quedarme hasta la 1 para disfrutar de esos 10-15 minutos de sección! ¡No llegar a ese momento en el que nos sorprende con originales cabeceras y descubrir que no hay sección y que esta noche a Berto le toca hacerse el indiferente!
Ahora, esta estrella que al parecer luce mas que nunca, va a tener un programa personal. ¡En prime time! Miedo me da... Y justo detrás de El Follonero, el ídolo de muchos. Lo hará bien, como hizo en verano con "Buenafuente ha salido un momento", quizás el desencadenante de la superfama de Berto Romero.
No se que pasará, pero me lo imagino. Y ójala no todas las mujeres españolas, acaben pensando que Berto Romero es atractivo, porque tendrían problemas mentales como los que yo ahora mismo tengo.
Quizás me estoy adelantando, pero en el caso de tener que reirme de un humor reconocido de manera global como puede ser la tan natural estupidez de Patricia Conde y "el pequeño rey de la improvisación" Ángel Martín, preferiría tomar una retirada a tiempo.
