viernes, 9 de enero de 2009

¡Hay que ver como está el patio!

¿Sabéis eso de que el jóven siempre quiere tener mas años y sin embargo el adulto tiende a quitarselos? Por lo general eso de empezar a querer retroceder en años empieza a partir de los 3o, cuando notas que tu pelo ya no está tan tupido como antes, o que ya no te apetece salir de fiesta con los amigos. Es que 30, ya no es 20 y tantos eh, es 3o ¡Menuda responsabilidad!
Ahí empiezas a notar que ya no eres tan jóven como para sumarte años. Bueno y cuando ves que en la tarta van dejando de entrar las velas, como en la línea dos en el bus exacto de las 7:45. Que lo ves tan lleno que te deprimes y lo dejas pasar.
Así pasa con los años, te cansas, te aborrece y entonces decides restartelos. Y de ahí vienen las típicas confusiones con los críos en el colegio. "¿Cuántos años tiene mamá, pedrito?" "La última vez 25, y fue bajo el nombre de Angelina Jolie".
Otro tema ya de escuelas, son los oficios de los padres. Si te pones a recojer dibujos de la profesión de los padres, te puedes encontrar desde señores funcionarios con carritos de correos hasta vigilantes de seguridad que atan los trenes con cadenas.

Bueno el caso es que llegada cierta edad, te empiezas a poner hasta tonto, como que chocheas ¿Sabes? Esto se empieza a saber cuando te das cuenta de que la conversación que mantenías con tu hijo, era algo así como las experiencias en las duchas de la mili, o cuando empleas frases tipo: "Ay hijo mío, como se nota que no viviste en tiempos de Franco..."
Es entonces cuando te pones idiota perdido, y ya no queda nada de ese niño interior que dicen que tienes dentro ¡Eso no existe! ¿Quién se iba a creer que por ejemplo Fraga tenga un niño interior dentro? ¿Y Falete? ¿Os imaginais? Bueno, en Falete la imaginación ya flota mas ligera(paradojicamente), ya que puede que se haya comido algún que otro niño en alguna ocasión y lo tenga aún por ahí dentro.


A los adolescentes nos pasa totalmente lo contrario. Queremos tener mas años que por lo general va ligado al echo de conseguir mas libertad.
Está la cosa de cumplir los 18, ¡Guao! Dieciocho... Suena a fiestas hasta la madrugada, a vacaciones con los amigos, a domir hasta las 3 de la tarde. ¡Pero no! Porque ahí estan esos seres que te nacen pero luego como que te lo restriegan todo el día. Como si tu les hubieses dicho: "oye viejos, poneros al tema que quiero dejar de ser un esperma".
Y claro, estando bajo su techo (que frase tan mítica), porsupuesto que tendrás que hacer lo que ellos digan. Por lo que el choyazo de los 18 se rebaja a "sácate el carnet de conducir cuando quieras, yo no te voy a comprar el coche" y poco mas.

Pero es que también los adolescentes somos la hostia ¿eh? Nos pasamos el día tocandonos las narices (ah perdona, que algunos estudiáis, se me olvidaba, como voy a la Escuela de Arte...), gastando dinero en las cosas mas absurdas de la vida (ah no, que voy a la Escuela de Arte e invierto en cosas artísticas) y haciendo de tonterías problemas "supermegafuertes".
Como hoy mismamente, aquí una servidora. Se ve rodeada de tanta belleza de 20 y pico, con sus bandoleras de cuero marrón y sus zapatos de adulto elegantes, y suelta como solo una adolescente hormonada puede hacer: "Jo, quiero ser un adulto".

2 comentarios:

kleurrijke dica. dijo...

Yo creo que no quiero crecer
o si
hasta los 20, y poco más
porque ser mayor me aterra

con lo buena que es la vida del joven estudiante de arte...

Alex Maladroit dijo...

Me quedaría en 21 años toda mi vida. Seguro que para entonces ya tengo patillas.