viernes, 11 de diciembre de 2009

Ausencias.

Ella lo cree así, pero yo se que se equivoca, solo es una niña. Cree en un futuro. Pero yo no creo, ¡le he dicho mil veces que no y que no! Que ya basta de espectativas baratas. Já...ella no es mas que una soñadora al otro lado de una ventana mas bien sucia.
Pues bien se sabe que Amelie, como siempre, prefiere soñar, porque la vida le parece una lucha demasiado compleja, y la verdad es que ella solo quiere ver caballitos de tio vivo blancos con pintas rojas, azules y amarillas y un montón de gominolas de colores en la estantería de su cocina, y...y... ¡sentir la suavidad de la luz de un sol que sonríe y lleva gafas porqué es muy señorito! ¿Y por qué no? ¡Nadar desnuda entre un estanque de miles de peces magenta que le picotean suavemente y sin embargo no causan ni un rasguño! ¡Y que al reir, el agua se le cuele dentro y le empape de vida! ¡qué le haga sentir que hay algo abstracto, algo inteligible dentro de ella que merece la pena!


Pero no puedo enfadarme con ella. Ella es la magia, inevitablemente es lo que me mantiene viva.

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